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Oso de Anteojos: Jardinero por naturaleza y guardián de la Cordillera de los Andes

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hace 6 años

Chocontá, Cundinamarca. 28 de febrero de 2018

 

 

Colombia se encuentra entre los países más ricos en biodiversidad, gracias a la variedad de flora y fauna con la que cuenta, un ejemplo claro es la cordillera de los Andes, sus majestuosas montañas adornan el centro de nuestro parís. Sin embargo, la caza indiscriminada opaca este bello panorama, la cual esta permitiendo que la fauna silvestre corra el riesgo de estar en la lista de especies en vía de extinción.

 

Rodeado de frailejones, musgos, árboles y cascadas, vive una de las especies emblemáticas más importantes de sur América. Su nombre científico, Tremarctos ornatus, más conocido como Oso de Anteojos o de los Andes; esta especie atraviesa fronteras y puede llegar a caminar hasta 15 km por día; habita en países como Venezuela, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, justamente en los páramos de nuestro territorio CAR.

 

Se caracteriza por su hermoso pelaje negro y brillante que realza su elegancia, sus ojos pequeños, negros y redondos, su imponencia, el color de su cuello, su pecho y su hocico son su huella digital, que permiten diferenciar e identificar entre uno y otro individuo.

 

Este jardinero desempeña papeles ecológicos muy importantes en este ecosistema, gracias a que se alimenta de frutas y vegetales, lo que le permite transportar semillas dentro de su sistema digestivo, que al defecar, germinan para regenerar la vegetación para que los bosques y páramos sigan con vida.

 

Desafortunadamente y al pasar de los años, se viene presentando distintos eventos entre los osos y los campesinos, que tienen sus semovientes en sectores como los páramos, terrenos que pertenecen al habitat del oso. Iván Mauricio Vela Vargas, investigador asociado de la fundación ProCAT Colombia y es apasionado por esta especie, señala cuáles han sido estos factores: “En la actualidad, debido a la transformación que los humanos han hecho sobre su ecosistema de páramo, ampliando la frontera agrícola, talando indiscriminadamente la flora nativa y la consecuente degradación del suelo con malas prácticas agrícolas y ganaderas, han generado que se altere su hábitat disminuyendo la oferta de su alimento y el espacio necesario para su normal desarrollo”.


Pero ahí no termina su amenaza, hoy día esta especie se encuentra catalogada como vulnerable a la extinción. Por esta razón, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca - CAR, viene trabajando de la mano con los medios de comunicación regionales por medio de campañas divulgativas para su protección y, del mismo modo, acercándose al gremio de ganaderos, para que a través de espacios y diálogos, aprendan a ejercer una adecuada convivencia.

 

Entendiendo el valor de esta especie, la CAR instaló cámaras trampa, las cuales han permitido hacer un seguimiento a los osos, que dejan como resultado, el registro de 24 individuos a lo largo de la jurisdicción de Cundinamarca.


El valor, la importancia y la protección de este jardinero de los bosques colombianos, está en manos de toda la comunidad, no solo hay que proteger al oso, hay que proteger su entorno y los recursos naturales que le rodean. Más aún ante la premura de saber que especies como esta, se encuentran vulnerables a la extinción. No hay que negarle el derecho a este jardinero a seguir haciendo su trabajo, hay que dejar que continúe regenerando los bosques y páramos a su paso, no solo porque es su hogar, sino porque de ese ciclo también dependen los seres humanos.

 

 

 

Etiquetas: Fauna en Cundinamarca, Oso anteojos, Biodiversidad,